Carta en la Solemnidad de la Natividad del Señor
Madrid, a 21 de diciembre de 2024
A los hermanos de la Provincia, a las hermanas contemplativas OSC, OIC y TOR, A los hermanos y hermanas de la OFS, a las hermandades y movimientos franciscanos
«Éste es el día que hizo el Señor; saltemos de gozo y alegrémonos en Él. Porque se nos ha dado un Niño santísimo, amado, y nació por nosotros en el camino, y fue colocado en un pesebre, pues no tenía sitio en la posada». (OffPass Salmo 15,6-7)
El Señor te dé la Paz.
El desaliento y la rutina apagan muchas vidas y conllevan una cierta desafección por aquello que un día determinó nuestro corazón, sin temer que nos arrastre el afán de alentar el subjetivo interés antes que estar disponibles al plan de Dios. De este modo, vamos ahogando la esperanza y nos dejamos llevar mientras va pasando la vida sin que la Vida auténtica, la que se nos manifiesta en la pequeñez y la “nada” de Belén, encuentre cobijo y morada donde habitar.