El pasado día 19 de noviembre del presente año, marchó hacia la casa del Padre nuestra hermana Sor Encarnación Forte Vega, a los 95 años de edad y 72 de Vida Consagrada, en la Fraternidad de La Encarnación del Señor en Campanario, Badajoz, perteneciente a la Federación Bética de clarisas.
Os dejamos una breve reseña:
El precioso pueblo de Salvatierra de los Barros, de la provincia de Badajoz, vio nacer a nuestra querida hermana Sor Encarnación, el día 6 de febrero de 1929, en el seno de una familia muy cristiana, donde once hermanos fueron la alegría de Manuel y Juliana, siendo ella, Magdalena, la más pequeña de los hijos y que siguiendo los pasos de su hermana Sor Concepción, ingresaría en este Monasterio de la Encarnación del Señor, en la Fiesta de la Presentación del Señor en el Templo, el 2 de febrero de 1951, a los 22 años de edad. Madurando su vocación Franciscana y deseosa de seguir las huellas de la Madre Santa Clara, el 11 de agosto de 1951 -en su fiesta- recibió el hábito franciscano, imponiéndosele el nombre de Sor Encarnación. Quedan dos fechas muy importantes que siempre perduraron en el corazón y en la vida de nuestra hermana: su Profesión Simple, el 12 de agosto de 1952, celebrándose Centenario de la muerte de Santa Clara, y el mismo día, tres años después su Profesión Solemne.
Sor Encarnación, era una hermana de con una gran sencillez franciscana, humilde y entregada a la comunidad, donde presto servicio de Abadesa, Maestra, Discreta y en cualquier menester que se le encomendara.
A comienzos del siglo XX, las hermanas recabaron licencia Pontificia para abrir un colegio de niñas, con el fin de conseguir fondos para el sostenimiento de la economía doméstica, donde ella ejerció como maestra de las educandas, cerrado en 1970, que, siguiendo las directrices del Concilio Vaticano II, el 27 de enero, la comunidad profesó la Regla de Santa Clara.
En los primeros años de nuestra Federación Bética de Clarisas, sirvió a la misma como Consejera Federal, destacando en ella su finura, prudencia, consejo y vida espiritual, virtudes estas que se esmeró en practicar durante toda su Vida Religiosa.
También destacó por su alegría, su minoridad y sumisión a la obediencia evangélica. Vivió en una constante presencia de Dios, y en su etapa final, supo aceptar gozosa su ancianidad y su corta enfermedad, con espíritu de santidad, abandonada a la voluntad del Padre. Al final de sus días parecía intuir su partida a la casa del Padre, pues solía decir: “algún día me vais a encontrar dormida...”, también frecuentaba decir, “de aquí al cielo”, alzando su mano derecha hacia el cielo.
Vivió su Pascua, el 19 de noviembre de 2024, memoria de Santa Inés de Asís, a los 95 años de edad y 72 de Vida Consagrada, después de haber celebrado los Ejercicios Espirituales con la fraternidad.
En la tarde del día siguiente, celebramos sus exequias, presididas por D. Feliano Leál Cáceres, Visitador de Religiosa, y concelebrando el P. Fr. Manuel Tahoces Fernández, ofm, nuestro capellán y varios sacerdotes.
Esta comunidad, queremos agradecer a todas las hermanas de la Federación, la cercanía espiritual y fraterna que habéis tenido con nosotras, desde que os enterasteis de la salud de nuestra hermana Encarnación. Muchas gracias M. Presidenta y a todas las hermanas de la Federación.
¡Ven, esposa de Cristo, a recibir la corona merecida por toda la eternidad!
A comienzos del siglo XX, las hermanas recabaron licencia Pontificia para abrir un colegio de niñas, con el fin de conseguir fondos para el sostenimiento de la economía doméstica, donde ella ejerció como maestra de las educandas, cerrado en 1970, que, siguiendo las directrices del Concilio Vaticano II, el 27 de enero, la comunidad profesó la Regla de Santa Clara.
En los primeros años de nuestra Federación Bética de Clarisas, sirvió a la misma como Consejera Federal, destacando en ella su finura, prudencia, consejo y vida espiritual, virtudes estas que se esmeró en practicar durante toda su Vida Religiosa.
También destacó por su alegría, su minoridad y sumisión a la obediencia evangélica. Vivió en una constante presencia de Dios, y en su etapa final, supo aceptar gozosa su ancianidad y su corta enfermedad, con espíritu de santidad, abandonada a la voluntad del Padre. Al final de sus días parecía intuir su partida a la casa del Padre, pues solía decir: “algún día me vais a encontrar dormida...”, también frecuentaba decir, “de aquí al cielo”, alzando su mano derecha hacia el cielo.
Vivió su Pascua, el 19 de noviembre de 2024, memoria de Santa Inés de Asís, a los 95 años de edad y 72 de Vida Consagrada, después de haber celebrado los Ejercicios Espirituales con la fraternidad.
En la tarde del día siguiente, celebramos sus exequias, presididas por D. Feliano Leál Cáceres, Visitador de Religiosa, y concelebrando el P. Fr. Manuel Tahoces Fernández, ofm, nuestro capellán y varios sacerdotes.
Esta comunidad, queremos agradecer a todas las hermanas de la Federación, la cercanía espiritual y fraterna que habéis tenido con nosotras, desde que os enterasteis de la salud de nuestra hermana Encarnación. Muchas gracias M. Presidenta y a todas las hermanas de la Federación.
¡Ven, esposa de Cristo, a recibir la corona merecida por toda la eternidad!
Gracias hermanita Encarnación por la huella franciscana que has dejado en tu comunidad de Campanario. ¡Hasta pronto!
Fraternidad de la Encarnación del Señor, Campanario