COMUNICADO DEL MINISTRO GENERAL DE LA ORDEN DE LOS FRAILES MENORES SOBRE LA SITUACIÓN DEL LAS CLARISAS DE BELORADO Y ORDUÑA
He conocido con sorpresa y dolor las noticias relativas a la decisión de las Clarisas de Santa Clara de los monasterios de Belorado y Orduña en España.
Comparto plenamente lo expresado por la Conferencia Episcopal, a través de la Comisión para la Vida Consagrada, por la presidenta de la Federación de Clarisas de Nuestra Señora de Arantzazu y por el ministro provincial de la Provincia Franciscana de Arantzazu y en comunión con la coordinadora de la Confederación de Clarisas de España y Portugal.
En nombre de nuestra Orden, en virtud de la comunión carismática con las Hermanas y mi responsabilidad como Ministro general de tener siempre por ellas "un amoroso cuidado y una especial solicitud" (Forma de vida 2), no puedo sino renovar nuestra decisión de permanecer siempre en comunión con la Santa Iglesia Católica y con el Santo Padre, para un camino de fe y caridad con todo el pueblo santo de Dios.
Recuerdo que la Madre Santa Clara en su Regla dice expresamente: "Clara, indigna sierva de Cristo y pequeña planta del beatísimo Padre Francisco, promete obediencia y reverencia al Señor Papa Inocencio y a sus sucesores canónicamente elegidos, y a la Iglesia Romana" (1,3) y de nuevo: "Para que, siempre sometidas y sujetas a los pies de la misma santa Iglesia, firmes en la fe católica, observemos perpetuamente la pobreza y humildad de nuestro Señor Jesucristo y de su santísima Madre, y el santo Evangelio, como firmemente hemos prometido. Amén" (12,13).
No podemos aceptar reconstrucciones precarias de la historia de la Iglesia de los últimos 70 años, y nos adherimos al Concilio Vaticano II como expresión viva del Magisterio perenne de la Iglesia, en comunión vital con el de los Sumos Pontífices desde San Juan XXIII hasta el Santo Padre Francisco.
Espero que la herida infligida a la unidad de la Iglesia, el escándalo causado a muchos fieles, el desconcierto y el dolor causados entre todas las Hermanas Clarisas de España y a nuestra Orden, sanen pronto. Espero también que cada una de las hermanas de Belorado y Orduña pueda manifestar libremente su posición, para no incurrir en la exclusión de la comunión con la Iglesia.
En nombre de nuestro Seráfico Padre San Francisco, “besándoles los pies” (Rnb 24,3), suplico humildemente a Sor Isabel, Abadesa, y a todas las hermanas de Belorado y Orduña que vuelvan sobre sus pasos, que permanezcan en la Iglesia y en la querida Orden de Santa Clara, semilla de San Francisco.
Roma, desde la Curia general de la Orden, 16 de mayo 2024
Fr. Massimo Fusarelli, OFM
Ministro general
Prot. 113230/2024 (008-2024